La creciente preocupación por la delincuencia en Chile no es infundada. Según la encuesta del Centro de Estudios Públicos 2023, el 60% de los chilenos considera la delincuencia como su principal preocupación. Este alarmante dato refleja una realidad que afecta la calidad de vida de todos y nos obliga a buscar soluciones efectivas y prácticas para protegernos en nuestro día a día.
El primer trimestre de 2024 ha mostrado un preocupante incremento en los índices de robos en diversas regiones del país. Un estudio de ALTO reveló que el robo por sorpresa en la Región Metropolitana aumentó un 18,2% en comparación con el mismo periodo de 2023. Otras regiones también han visto incrementos significativos: en Arica y Parinacota, los hurtos subieron un 22,5%, y en Antofagasta, el robo con intimidación aumentó un 10,8%. Estas cifras son solo una muestra de una tendencia que se repite a nivel nacional.
En este desafiante panorama, es crucial que adoptemos medidas de precaución para salvaguardar nuestra seguridad personal. Mantenerse alerta y consciente del entorno es esencial. Prestar atención a las personas y vehículos que nos rodean, así como a los lugares poco iluminados o solitarios, puede ayudarnos a anticipar posibles amenazas y actuar de manera preventiva. Además, es importante conocer las áreas de alto riesgo y evitarlas, especialmente durante la noche o en horarios poco concurridos. Planificar rutas y desplazamientos por vías más seguras y transitadas puede hacer una gran diferencia.
La comunicación constante con familiares y amigos también es vital. Mantenerse en contacto con ellos, especialmente al salir de casa o del trabajo, puede ser de gran ayuda en caso de emergencia.
Compartir la ubicación en tiempo real mediante aplicaciones móviles y establecer protocolos de comunicación puede facilitar una respuesta rápida ante situaciones de riesgo. Asimismo, contar con conocimientos básicos de autodefensa y técnicas de seguridad personal puede ser invaluable en situaciones de peligro. Asistir a cursos especializados y tener a mano elementos como silbatos o dispositivos de alarma puede aumentar las posibilidades de defenderse ante un ataque.
Sin embargo, la clave para enfrentar esta ola de delincuencia es «nunca enfrentar al delincuente, sino evitarlo». Seguir recomendaciones como no hablar por teléfono en la vía pública, no ingresar a un cajero de noche y no retirar grandes sumas de dinero en el banco puede reducir significativamente el riesgo de ser víctima de un delito.
En estos tiempos de inseguridad, debemos unirnos como comunidad para protegernos y apoyarnos mutuamente. Las herramientas tecnológicas y las acciones preventivas individuales son esenciales para construir un entorno más seguro para todos. Es nuestra responsabilidad, tanto individual como colectiva, tomar medidas proactivas para enfrentar este desafío y garantizar un futuro más seguro para Chile.